Muéstrame la culpa al borde de unos labios cuando esculpen sobre otros
ese atisbo improvisado de la noche que muere con el estreno de un beso.
Muéstrame la culpa respirando, transpirando,
y sólo entonces la creeré con fe ciega que ve a través de la mano que baila en un rostro.
Pruébame la culpa límpida del pecado original,
la que podría nacer de entrañas palpitantes,
la que podría morir y resucitar sólo después del cuerpo,
más allá de la barrera de los dientes que besan
y los ojos besados.
Táctame la culpa, su sabor, su olor,
un testigo que pueda reconocerla sin tener que sentirse identificado con ella,
y sólo entonces la pensaré como un hecho,
aunque no sentirla,
pues seguirá siendo ajena a mis poros.
Preséntame la culpa con nombre y apellidos,
que me cautive desfilando delante de mi incredulidad,
me veré responsable (que no culpable)
de una piel encanecida sin arrugas en el alma.
Respírame la culpa en la nuca con aliento de humo que no se desvanezca,
una culpa que sea de otro para que de verdad sea la auténtica,
que deje huella más allá de la memoria,
que haga memoria más allá de la huella dactilar de la inocencia.
Créeme en la culpa para que crea en ella,
y sólo entonces rezaré una plegaria por mi ignorancia.
wow!! Nati andamos con todo, jejej...la culpa es un tema tan comlicado y vos aca lo expresas maravillosamente...besos
ResponderEliminarGracias preciosa, para tu blog voy a felicitarte las fiestas!!
EliminarMe gustó bastante eso de respirar en la nuca ja ja ja. Los mecanismos de la culpa se relajan y dilatan de acuerdo a la intensidad del deseo. Primero el imperio de los sentidos y luego que todo se haya consumado que vengan las explicaciones ja ja ja.
ResponderEliminarMi gran abrazo querida Nakrama bella composición donde la metáfora no solo esculpe sino que embriaga!!!
Gracias mi querido amigo, después de un "soplido" en la nuca, no hay culpa que valga, jajajaja. Un abraazo para ti.
EliminarMuchísimas gracias, mi querida amiga. Levanto mi copa para brindar por ti!!
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