No hace ni veinticuatro horas que escribí el anterior post, pero ¿no se tiene a veces la sensación de que hay etapas en la vida en las que se aprende muchas cosas a una velocidad pasmosa? Es como la inspiración: te puedes pasar semanas sin que se te ocurra ni una sola buena idea sobre la que escribir, y de repente ¡zas! viene todo de golpe y porrazo. Este es el caso. Y ahora quiero hablar acerca del amor.
Ocurre que cuando llevas un tiempo sol@ (sobre todo para los que no estamos acostumbrados a ello) empiezas a querer ver en todas partes ese amor que alguna vez conocimos en el pasado, empiezas a querer encontrar todas aquellas sensaciones de los primeros momentos en los que te sientes cautivado por alguien, empiezas a anhelar los detalles, la nube en la que te subes desde que despiertas y de la que sólo bajas al final del día. Uno quiere recuperar todas esas emociones que aparecen cuando alguien especial entra en tu vida y además está ahí para ti.
En toda esa prisa que te entra por no tener la sensación de que estás perdiendo el tiempo, uno puede llegar a ver una historia donde nunca la hubo, salvo en nuestra desesperada imaginación, porque toda esta película la podemos montar en torno a cualquiera que se nos presente, y ni siquiera necesitaríamos de su colaboración, pues el guión ya está escrito previamente en nuestra cabeza. ¿Pero es esto amor de verdad?
Me pongo a pensar en las veces que sentí esa "magia" y la contrasto con las veces en que fue realidad. Sólo ha ocurrido una vez en mi vida. Y lo que hizo que aquella vez fuera de verdad, tiene que ver con mucho más que un simple coqueteo, que unas simples mariposas en el estómago. Aquella vez yo era capaz de verme a mí misma en los ojos de la otra persona. Yo me sentía especial para el otro. Había miedo a sufrir, por supuesto, pero nunca miedo a arriesgar.
Con todo esto quiero decir que a veces las historias realmente especiales escasean (por eso son especiales) y cuando pasa el tiempo uno puede caer en el error de olvidar qué era aquello que lo hacía tan auténtico y excepcional, y entonces construimos castillos en el aire con cualquiera que supla el vacío que queda cuando algo que fue maravilloso acabó llegando a su fin.
Podemos llegar a conformarnos con mucho menos, creyendo que lo que tenemos delante también puede resultar tan especial como lo que tuvimos en un pasado.
Pero si por un momento hacemos memoria, entonces empiezas a darte cuenta de que si ahora algo no termina de encajar, de que si por alguna razón el otro te parece por un momento formidable, pero al momento siguiente te decepciona o te deja un sabor amargo de sentimiento no correspondido, entonces, eso ya no es tan especial, por mucho que te empeñaras en que lo fuera.
Sí, acerca del amor tengo que decir que lo conocí. Una sola vez. Con alguien que no temía que me mirara a los ojos y viera en mí, con alguien con quien no me importaba ser débil, porque sabía que estando en sus manos no corría peligro de que me hiciera daño, alguien que me correspondía con intensidad, no de igual manera que yo, porque todos sentimos de forma diferente, pero sí sentía que me amaba con entrega.
Y ahora trato de recordar todo aquello porque por mucho que pase el tiempo, una vez has conocido el amor, ya no te puedes conformar con menos. Y el amor es especial, y como ocurre con todas las cosas especiales, no llama a la puerta todos los días, por ello hay que confiar y no dejarse vencer por la soledad creadora de necesidades y espejismos. No es fácil encontrar a quien nos ame, pero tampoco lo es encontrar a quien amar de verdad. Y cuando esto ocurre tu alma respira de alivio y de certeza, si no es así, si hay alguna incomodidad, habría que prestarle atención aunque te lleve un par de noches sin dormir.
Es cierto, acerca del amor, a veces puedes tenerlo enfrente y no reconocerlo, pero cuando tienes delante algo que no es verdadero, eso sí se nota al instante, porque el alma sufre demasiado al intentar acomodarse a algo que no le corresponde, pues todos sabemos en lo más interno todo lo que merecemos por todo lo que entregamos.
La emoción decide y la razón justifica
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lara ya me suena esta frase
ResponderEliminarPero el primer paso hacia el amor es en el espejo, cuando te amas y amas sabes que el amore esta en el aire
love is in the air
:) cuídate guapa
Y muchas veces no sabemos apreciar o valorar lo q tenemos al lado porque nos gustan los chichos/as malas/os, besitos
ResponderEliminarSí, Lara, esa frase es sabiduría, y yo siempre que la oigo también pienso "lo malo es cuando es el corazón quien quiere justificarlo todo" Y en el corazón hay necesidades, carencias, apegos, anhelos... Sí, yo elijo que sea la razón la que siga justificando.
ResponderEliminarQuerida Piano, exacto, esa para mí es una de las señales inequívocas de que algo puede funcionar, cuando hay espejo en el otro, y el otro tiene espejo en ti, así tenemos dos reflejos que se complementan y no sólo espejismos por una sola de las partes.
Un abrazo
Patri, es que los chic@s mal@s son irresistibles...jeje, pero soy de las que piensa que si todo va bien con tu pareja y hay una relación auténtica, lo de fuera se queda fuera.Un abrazo para ti también
Sin duda a veces, ese amor verdadero permanece en penumbra, invisible sin hacerse notar, pero es cierto que por más que nos engañemos, cuando no lo es; lo sabemos casi instantaneamente.
ResponderEliminarUna entrada genial.
Saludos cordiales,
es un verdadero placer leerte... gracias
Nakrama, no es fácil encontrar a ese alguien, yo te lo digo, a mì me han partido literalmente el corazòn, desde entonces decidì que nadie mas lo haria, luego que no queria formalizar con nadie, para que? asi serìa mejor pues no me clavaria con nadie, no me enamoraria, pero me di cuenta que eso no me hacia bien, pues ademas, me vaciaba.
ResponderEliminarYo no creo en el amor de la vida de alguien, creo mas bien en relaciones significativas, pues de lo contrario, no le dejariamos nada a los demas que vengan a abrirnos con la llave adecuada, el corazon.
Yo trato de buscar y no encuentro y cuando ese posible alguien llega, me retracto, me retraigo... y me invento mil peros... es el miedo sabes?, estoy tratando de ver que pasarà, pues el tiempo corre y yo ya tengo 30, y quiero hijitos y una familia, se lo pido a Dios... no se si me entiendas, perdona el desahogo en tu espacio...
Te quiero, un beso...
Querida Gabrielle, por supuesto que es difícil encontrar a alguien con quien ser compatible, con quien tener metas comunes, a quien amar y que además nos corresponda, con quien tener, a parte de una relación amorosa, una amistad, complicidad, etc...Si fuera fácil encontrar todo esto a la primera, dejaría de ser especial. La cuestión es si estamos dispuestos a no conformarnos con cualquier relación por miedo a quedarnos solos.
ResponderEliminarCerrarnos futuras posibilidades de amar por haber sufrido en un pasado es un tremendo error, porque genera más sufrimiento en nosotros reprimir todo el amor que necesitamos dar que el dolor que pueda causar cualquier desengaño amoroso. Aunque es normal pensar así algún tiempo, pues necesitamos reponernos, recuperar la fe y la alegría de volver a enamorarnos. Es nuestra responsabilidad que esta especie de "resentimiento" no ancle en nosotros y se cronifique. Yo creo que esto lo sabes muy bien, porque tienes un corazón generoso que se deja entrever en tu forma de escribir.Coincido 100% contio en lo de las relaciones significativas. El cuento del "príncipe azul para toda la vida" ha hecho mucho daño, pues no es más que una fantasía. Hay relaciones que evidentemente permanecen juntas siempre (mis padres, por ejemplo) pero eso no quiere decir que todo sea un camino de rosas, el amor hay que trabajarlo cada día y además...es una suerte también encontrar a alguien que sea capaz de evolucionar por sí mismo casi a tu mismo ritmo.
En cuanto a tu búsqueda, querida amiga, aunque suene a tópico, la persona llega cuando menos te lo esperas, porque es cuando bajamos la guardia, disipamos la ansiedad, nos dejamos ser quienes somos realmente sin miedos, es cuando nos relajamos cuando permitimos que el otr@ se nos acerque porque de esa manera sin pretensiones es como resultamos ser más atractivos a los demás, y como las relaciones funcionan como espejo, cuando alguien se siente atraído por nosotros nos muestra al mismo tiempo la mejor imagen de nosotros mismos y eso nos agrada, nos da confianza y es el primer paso para vencer los miedos y empezar a abrirnos al otr@. Cuando existen "peros" , significa, o bien que esa persona no te convence demasiado, o bien que no estás preparada,no para amar a la persona que tienes enfrente, sino para reconocer que tú eres merecedora de ese amor. (Si llegamos a esa conclusión, sobra decir que el trabajo lo tienes contigo misma. No puedes amar a otro si no te amas primero tú)
Y por último, no me pidas disculpas por algo que me agrada que hagas, como es compartir tus sentimientos, pensamientos, miedos y virtudes, porque todo eso me acerca más a tu ser, y no conozco mayor gesto de generosidad que el hecho de que un ser humano se abra a otro, así que gracias a ti.
Un fuerte y cálido abrazo, amiga mía.