viernes, 26 de noviembre de 2010

LO MÁS DIFÍCIL

Lo difícil no es andar un camino; es no obsesionarse con un horizonte seguro.
Lo difícil no es trazar unas huellas; es que el viento no las borre.
Lo difícil no es obtener la felicidad; es no olvidar cómo volver a ella.
Lo difícil no es lo imposible; sino evitar pensar en ello.
Lo difícil no es hablar; sino escucharse a uno mismo.




Lo difícil no es que un día pueda llegar a olvidarte; es recordarte cada día mientras tanto.
Lo difícil no es dejarse llevar; sino evitar que eso después duela.
Lo difícil no es abrir el paraguas; sino abrirlo a tiempo.
Lo difícil no es ser condescendiente; sino entender con el corazón en la mano.
Lo difícil no es mentir; es comprender que sólo me engaño a mí mismo.



Lo difícil no es perderse y encontrarse de nuevo; es aprender a disfrutar de ese círculo sin fin.
Lo difícil no es soñar; es soñar despierto siendo consciente de ello.
Lo difícil no es aprender de los errores; sino aceptar que ellos hablan de mí.
Lo difícil no es abrir las alas y volar; es no mirar atrás en pleno vuelo.
Lo difícil no es estar cuerdo; es estar cuerdamente loco para sobrellevar la vida.



Lo más difícil nunca es tan difícil como las sencillas consecuencias que afrontar.

lunes, 22 de noviembre de 2010

EL UNIVERSO

Porque él siempre se encarga de proporcionarnos lo que necesitamos en cada momento. Tanto el gozo como el dolor son caras de una misma moneda que nos ayudan a crecer y evolucionar. Por todo, y sin excepción, doy gracias al Universo. 


lunes, 15 de noviembre de 2010

FRÍO


Ir despacio en un momento detenido puede ser una paradoja divertida, casi como ir a tientas en una habitación sin muebles.
Mañana es de color celeste, pero en la paleta actual es temprano y los colores primarios aún duermen como niños.
Ahora caigo en la cuenta de por qué existen las noches en vela,después de que la plenitud me presentara a su mellizo el vacío.

Pedirle al espacio que se haga más pequeño para que me coja en brazos podría ser una opción mejor que escuchar mis fantasmas, pero no tengo suficiente paciencia.

Déjame asomarme a mi ventana de esperanza, para ver tu balcón de dudas, que te deja ver mi puerta de ilusión entreabierta, aunque tú ya cerraste la terraza del tiempo muerto.

La calle se hace grande de tanto sin espacio.

Es invierno por adelantado en este reloj de manecillas vestidas de vida deprisa y sin aliento.
Casi puedo tocar la espuma blanquecina de los sueños que aún se pueden cumplir. "Casi", nunca será suficiente, así que prefiero comprar la montaña rusa entera.
Respiro pura disnea de pensamientos que fuman a escondidas. Mañana dejo de fumar, es más fácil que dejar de pensar.

Pero me niego a que mis palabras se queden a oscuras. Me niego a quedarme sin timón en las manos.
No puedo dejar al silencio hablando solo.
No quiero perderme entre las sombras pudiendo elegir perderme entre las luces.
Para quedarme en la silla, prefiero bailar toda la noche de la existencia, que ya amanecerá la madrugada menos pensada.
Mientras espero sin perder la calma tocaré el acordeón de mis días, pues el movimiento hace desentumecer los dedos de mi mente y abriga de este frío incierto.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

NIEBLA

Porque parecía imposible que un amor tan grande pudiera morir ahogado en las cenizas de mis ganas por retenerlo. Años, noches en vela mirando a las estrellas por si ellas sabían su paradero, hasta que un día, el sueño se hizo realidad.
 Y la realidad.... acabó con el sueño.

Y hubo un tiempo en que lo fue todo. Hubo una existencia entera de sus palabras escribiendo mi día a día.  Hubo besos que me ahogaban de impaciencia por el próximo, incluso antes de que acabaran. Hubo toda una vida descubierta y recién nacida a su lado. Porque nada era igual antes de su llegada y nunca pensé que llegara el día en que empezara a darme igual todo ese universo compartido.

Y quedan los recuerdos sin nostalgia. Y queda el vacío de un amor que hubo un día que lo significó todo. Y pienso que me quedaba sin respiración tras cada abrazo suyo, y al final, mi respiración volvió a ser tan inconsciente como siempre, como lo era antes de su presencia.

Y si puede morir un corazón que de enamorado estaba más que vivo, y si puede el tiempo marchitar sueños que de bellos eran irrompibles, ¿cómo confiar de nuevo en el amor? Porque aquella era mi historia, aquel era mi drama cuando las cosas se torcían, porque aquel era mi más genuino y auténtico amor soñado que conseguí tras años de salitre en espera. Y no fue platónico, no fue imaginado, fue real como la sangre que corre por mis venas, tan real, tan real, que terminó por desaparecer.

Porque mi alma se fue apagando en el espejo de sus ojos. Porque mis días llenos de emoción al verle se fueron extinguiendo, a veces sin darme cuenta, otras, con una profundo dolor de conciencia al saber que los sentimientos no entienden razones, ni se alimentan de recuerdos, por muy intensos que hubieran sido.

Y así, lo que fue mi aliento y mis ganas, lo que fue mi historia inimaginable de bella, terminó yéndose de mí y de mi sombra. Simplemente terminó, como los veranos de la infancia o la primavera de adolescencia. Terminó el villancico que por un momento te hace feliz para luego dejarte triste. Terminó la esencia de esperar un encuentro que te cambiara la vida entera. Y ahora cuesta creer que alguna vez soñé y que ese sueño terminó borrándose en la niebla de mi misma.

">

lunes, 1 de noviembre de 2010

PARA VOLVER

Perderse, para encontrarse
Caerse, para levantarse
Pensar a ciegas, para sentir con luz
Llorar sin lágrimas, para llorar de la risa
Un nudo en la garganta que luego libere el alma
Resignarse, para volver a vencer
Mentirse, para volver a creer
Caminar a tientas, para correr con alas
Dejar correr el agua, para luego seguir el río
Una espada en el ánimo que corte al final las limitaciones
Quemarse, para refrescarse
Morirse, para re-soñarse
Sentir a medias, para  volver a vivir de pleno
Amar con sombras, para comprender lo que no es amor
Una esperanza en el bolsillo que sirva de aliento de repuesto.