lunes, 31 de diciembre de 2012

FIN DE AÑO

Fin de año que llegó en septiembre
con las campanadas del ayer que son hoy,
hoy sin brindis con adiós.
Versos, risas, besos sin sabor.
Feliz año nuevo sin verde.
Leo en el libro en blanco de mi sábana fría,
silencio atronador en las luces del alba.
Empezando un nuevo año disonante.
Hubo un tiempo y un espacio perfumado
de caricias,
de dedos enredados en promesas de escarcha.
Jamás dejaré de abrazarte.
Fin de año de finales sin comienzo,
y al inicio del amor,
 se me acabaron las uvas con sabor a miel.
Bienvenida de días como manantiales sin rima,
las barras de los bares lloran la falta de tu risa,
y celebran mi baile entre copas vacías de alma,
de cuerpo, de ansias y tantas otras cosas.
Fin de año y la rueda siegue girando,
Nada empieza cuando aún hay tantos acabandos.
Intentos, soledades, contigo enfurecida despedida,
enmudecida maraña de noches atravesando la piel.
Ya sólo recuerdo y ceniza.
Fin de año en otoño,
con las campanadas de tu espalda,
hoy brindis con adiós,
hoy sin hoy, pero contigo y sin mí,
feliz año, amor.










sábado, 15 de diciembre de 2012

CULPA

Muéstrame la culpa al borde de unos labios cuando esculpen sobre otros
ese atisbo improvisado de la noche que muere con el estreno de un beso.
Muéstrame la culpa respirando, transpirando,
y sólo entonces la creeré con fe ciega que ve a través de la mano que baila en un rostro.

Pruébame la culpa límpida del pecado original,
la que podría nacer de entrañas palpitantes,
la que podría morir y resucitar sólo después del cuerpo,
más allá de la barrera de los dientes que besan
y los ojos besados.

Táctame la culpa, su sabor, su olor,
un testigo que pueda reconocerla sin tener que sentirse identificado con ella,
y sólo entonces la pensaré como un hecho,
aunque no sentirla,
pues seguirá siendo ajena a mis poros.

Preséntame la culpa con nombre y apellidos,
que me cautive desfilando delante de mi incredulidad,
me veré responsable (que no culpable)
de una piel encanecida sin arrugas en el alma.

Respírame la culpa en la nuca con aliento de humo que no se desvanezca,
una culpa que sea de otro para que de verdad sea la auténtica,
que deje huella más allá de la memoria,
que haga memoria más allá de la huella dactilar de la inocencia.

Créeme en la culpa para que crea en ella,
y sólo entonces rezaré una plegaria por mi ignorancia.





jueves, 29 de noviembre de 2012

TE VAS DE MÍ

Te vas de mí,
y lo que duele no es el tiempo que pasa entre ausencias
a veces de ti, a veces de mi,
a veces de ambos resucitando en recuerdos.
Esa ida no provoca dolor, sino muertes anunciadas de besos,
besos que quedaron en huesos flotando en el aire.

Te vas de mí,
y lo que duele no es la rabia ni la melancolía ya agotadas,
sino la emoción recién nueva de no tenerte,
la ilusión galopante de encontrarte en cada esquina,
en cada espalda que se vuelve con un rostro diferente.

Te vas de mí,
te vas escurriendo entre las horas de la mañana, con el ruido del tráfico,
resbalando por los poros de la noche, con el silencio de las estrellas.
Y no duele el dolor de los abrazos partidos a la mitad,
lo que duele es el vacío de tu mitad en la que no estoy yo.

Te vas de mí,
dejando ese rastro imposible de migajas de amor,
y yo con hambre acumulado de ayuno de tus besos,
sabiendo que no alimenta, que no ayuda a crecer,
que sólo duele como sabe hacerlo la indiferencia.

Te vas de mí,
contra mi voluntad de querer dormir en tu sueño,
ajeno a mi mirada que aún triste sonríe ante la gente.
ajeno a mis versos que caen como hojas secas.
Otoño de perennes grises en el alma.

Te vas de mí,
a pesar de mis esfuerzos por retenerte
aunque sea en una memoria malgastada,
pero hasta el tiempo se ha aliado contigo a la hora de borrarte con el viento.
Y lo que duele no es tu marcha sin adiós,
lo que duele es que te vas,
es que te vas de mí.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

REENCUENTRO

El tiempo es un sabio que siempre va por delante de nosotros, desvelándonos sus secretos por cuenta gotas, como si no nos dejara ser conscientes de las cosas de pronto, convirtiéndonos en más sabios que él.

Dejando de pelear por esas respuestas, curiosamente, con el paso de los días salen a mi encuentro.
No debemos abandonar nunca nuestro centro. Por perdidos que podamos llegar a sentirnos, por mucho que se tuerzan nuestros planes, por mucho que fuera llueva... ahí estamos siempre, impregnados de nuestra esencia que nunca se apaga, ni siquiera cuando dejamos de existir.

A veces, en tiempos de tormenta, sólo basta con detenernos y escuchar atentamente. Pronto surgirá esa voz en nuestro interior que nos recordará que siempre hay que tomar un camino, y que da igual el que sea, lo importante es seguir caminando, los amaneceres ya vendrán a nuestra senda.

En ocasiones se nos tiene el paso y es entonces cuando miramos alrededor queriendo encontrar alguna señal que nos reoriente, así podemos caer en el error de pensar que tenemos que agarrarnos a algo, a alguien, a una circunstancia, a veces al propio dolor de nuestra alma, lo que sea con tal de sustentarnos, de descansar al menos por un momento de tener que llevar el timón de nuestro propio barco. Nos salimos de nuestro centro. Es aquí cuando realmente hemos perdido el norte. La buena noticia es que a pesar de nuestros extravíos, la brújula siempre la llevamos incorporada bajo la piel, en lo más dentro de nosotros.

Son necesarias las tormentas y los tramos a oscuras, son los que nos impulsan a seguir el camino en busca de otros territorios menos inhóspitos. Los obstáculos nos obligan a caer para vernos mejor, conocer nuestras flaquezas y los recursos que tenemos y los que nos faltan para vencerlas.

Es el tiempo el que nos ayuda en este descubrimiento, pues en el momento no entendemos nada. La rabia, el miedo, la inseguridad, la tristeza y la soledad nos echan ese pulso continuo y pensamos que no tiene sentido nada de lo que ocurre. Y es cierto. Nada de lo que ocurre fuera tiene sentido, lo que lo tiene es lo que está pasando dentro mientras andamos.

Al final quedamos nosotros, aunque no nos hayamos querido ver por mucho tiempo, aunque nos hayamos negado a nosotros mismos, aunque hayamos querido desoírnos tantas veces. Al final volvemos a ese centro, agradecidos por lo vivido, por la riqueza de este reencuentro, el más importante de nuestra vida: el reecuentro con nosotros mismos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Caminando

Caminando las sensaciones,
colapso, impulso agotado,
Andando entre los musgos,
nieve hasta la cintura,
cielo encapotado sobre la cabeza,
estrellas tenues inmersas en la oscura noche.
Se espera que amanezca,
se espera el futuro,
se espera que muera la tormenta,
se espera, se espera...
El alma en cueros,
el corazón extenuado,
las manos rígidas,
la voz quebrada,
el llanto mudo,
la sonrisa pétrea,
la piel de mármol,
las caricias rotas y vencidas.
Caminando, sólo un paso tras otro.

jueves, 25 de octubre de 2012

NO HAY MÁS


Porque hay canciones que lo dicen todo.




sábado, 20 de octubre de 2012

POEMA III

Caricia en la mañana,
tú y sólo tú,
la huella del eco de tu voz.
Me peleo con el tiempo porque quiere arrancarte de mi,
a veces gana la batalla,
alguna noche,
pero otras,
tú cielo y el mío parecen juntarse.
Distancia callada,
ojeras en el recuerdo.
Toda una existencia sin dormir
atrapada en tu escarcha.
Tú y sólo tú,
me detienes dentro de mí misma.

jueves, 11 de octubre de 2012

ESPEJOS

Espejos todo el tiempo. Porque lo que es fuera es dentro. Y vamos reflejando el mundo interno y reconociéndonos en otros que nos devuelven aquello de lo que huimos. Por eso las miradas nos marcan, por eso aquello de "los ojos son el espejo del alma". Y todas esas personas que salen a nuestro paso y nos detienen por un instante en el camino. Quizá sea la propia estrategia de la vida que nos va guiando al encuentro de esos espejos, especialmente cuando el reflejo nos parece tan ajeno, de esa parte de nosotros mismos que nos cuesta,  y a veces hasta duele, reconocer.

¡Qué maravilla cuando nos vemos en otros si nos devuelve admiración y reconocimiento! Ahí se alimenta el ego y resucita Narcizo. Nos atrapa el reflejo. Y cuando la realidad empieza a desenvolverse y aparece todo lo demás, incluyendo el rechazo, ahí queremos volver la vista y agredir al cristal, como si éste nos hubiera dañado, cuando no es más que un reflejo. Reconocer que el rechazo no viene del otro, si no de mí es lo que desmonta el espejismo. Porque aquel me devuelve lo que quizás yo habré hecho tantas veces sin darme cuenta... porque aquel me devuelve lo que ahora soy, de no haber sido así, no me hubiera detenido ante este espejo, ni lo hubiera visto al pasar.

Si hoy sufro frente a ti, no es por causa tuya. Quizás lo que compartimos es el mismo dolor que se refleja por ambas partes.

lunes, 8 de octubre de 2012

TE DIGO ADIÓS

Te digo adiós a ti y a la ilusión que venía contigo. Me dejo el olor de tu piel en la almohada. Te dejo tu sonrisa al verme y aquella canción improvisada. Te digo adiós y a las noches contigo de rock and roll, más todas las que ya no serán. Bohemian Rhapsody a voz en grito y tu mano en la mía. Adiós a las charlas de física cuántica, y tú empeñado en que era filosofía. Adiós a todo lo que no te pude contar de mí y adiós a todo lo que intuí que llevas dentro. Adiós a tu insaciable necesidad de mimos y tu cara de chiste. Aún sonrío al pensarlo. Adiós a tu pared de cómic, al espejo delator de nuestras ganas. Adiós a las ganas de saber de ti. Te digo adiós sin haberte dado una bienvenida en condiciones. Te lo dije, soy una romántica. A veces lo más efímero se convierte en lo más intenso. Te digo adiós cuando aún deseo volver a encontrarte, pero soy partidaria de soltar, incluso los mejores recuerdos. Gracias por recordarme que aún puedo abrir mi corazón a lo desconocido.






lunes, 1 de octubre de 2012

CONSTRUYENDO MAÑANAS

Construyendo mañanas se consigue a veces construir un presente.
Un presente prestado de la esperanza,
descontaminado de ayeres condicionantes.
Hoy que me perdone el carpe diem este salto en el tiempo.
El condicional se impone frente al pretérito "imperfecto"
El experimento es dibujar ese trazo unos pasos por delante,
cumpliendo con la trayectoria-deseo,
aún sabiendo de esos caprichos inesperados,
aún conociendo los ciento ochenta grados impresentables,
pero presentables,
de la vida.
Mi única defensa,
alegato perenne de mi inconformismo, es: soñar es gratis.
Puede que se termine cayendo el argumento.
Como trama del sentimiento es perfectamente válido.




miércoles, 26 de septiembre de 2012

TIEMPO DE "QUIZACES"

Quizás este sea un dolor de los que se borra con el tiempo, o quizás sea de esos de los que deja cicatriz permanente. Quizás en cuestión de días tu nombre se desvanezca de mi mente, quedando sólo tus ojos, o quizás sean tantos los recuerdos que ninguna de las dos cosas desaparezca.
Antes la incertidumbre era verde esperanza, ahora no hay color, ni esperanza, ni incertidumbre. Quizás sea mejor así.
Ahora toca reconstruir, o simplemente seguir construyendo en aquel punto donde estaba cuando llegaste. Volver a empezar nunca apetece, sobre todo cuando quedan sensaciones y sentimientos inacabados. Pero ese es el camino. Es el que hay. Pelear contra eso es ponerse una venda en los ojos, en prolongar un dolor cuya causa sólo soy yo misma por no saber enfrentarlo.
Hoy no hay poesía, ni metáforas, ni música en las palabras. Sólo un diálogo entre la parte de mi misma que trata de no rendirse y la otra parte que se aferra a lo que sin duda ya está perdido. ¿Por qué cuesta tanto soltar? Quizás esa no sea la cuestión, quizás lo único que importa es que es necesario hacerlo.
El duelo tiene sus etapas, solapadas, pero están. Transito en ellas reconociéndome en los pasos y pienso en aquellos días en los que todo era teoría. Soy ejemplo de lo que ya sabía. Quizás logre ser mi propia maestra, por ahora sólo soy alumna repetidora.
Dejo fluir la emoción, verbalizo lo que siento, me distraigo, me ocupo, me siento y respiro, intento proyectarme en un futuro donde esto sólo sea niebla. Lo hago todo. ¿Cuándo toca olvidarte? Quizás ese tampoco sea el objetivo. Por ahora es el tiempo de "quizaces"

jueves, 20 de septiembre de 2012

EL VALOR DE UNO MISMO

Uno tiene el valor que se da a sí mismo. Así de simple.
Hay momentos en la vida en los que es demasiado tentador pensar (y por tanto, creer) que aquellas circunstancias que nos desagradan, disgustan o hieren están relacionadas con el poco valor que se nos otorga a nuestra persona, a nuestro trabajo, sentimientos, etc... Caemos en la trampa de depositar todo el poder en el "afuera", dejándonos en una cómoda posición de víctima que, aunque parece aliviarnos por momentos, es tan errónea como inútil. Errónea, porque no todo lo que nos pasa depende exclusivamente de los demás, o del azar, o del destino o como quiera llamarse a cualquier otro elemento externo que escape a nuestro control, pues si bien hay situaciones inevitables, lo que sí podemos modificar siempre es nuestra propia respuesta a lo que nos sucede.
No somos máquinas perfectas, de acuerdo. No siempre tenemos las herramientas adecuadas para afrontar según qué golpes de la vida: también de acuerdo. Por eso, cierto tiempo de adaptación es no sólo válido, sino también recomendable. Pero de ahí a sostener que nada está en nuestra mano...va un trecho.
Y es inútil también pensar de esta manera porque es abogar por la indefensión frente a la vida y sus adversidades, es negar el propio aprendizaje. Como dijo Jung: "Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a que los reproduzca tantas veces como sea necesario, para aprender lo que enseña el drama de lo sucedido. Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma"

Así pues, se me ocurre pensar que una forma de trascender esas vicisitudes es entender que somos responsables de aquello que nos acontece, tanto para bien como para mal, y todo aquello que consideramos "injusto", la mayoría de las veces es propiciado por nuestra actitud interna pasiva de permitir aquello que sabemos que ni queremos, ni merecemos.

No se trata de que nos valoren. Se trata de no permitir un trato que nos degrade. Si aprendemos a darnos el lugar que creemos que nos corresponde, aquel  lugar que más feliz nos hace, el entorno no tardará en captar el mensaje, seremos nosotros mismos quienes desechemos aquellos caminos, trabajos, relaciones, etc... que no nos satisfacen, propiciando con ello una actitud activa frente a la vida, creando el verdadero valor que tenemos, que siempre tuvimos, pero que en primer lugar tiene que ser reconocido por nosotros mismos antes que por todo lo demás.


jueves, 6 de septiembre de 2012

SABER CUIDAR, SABER AMAR



Antes de marcharse, en esa penumbra suave que acaricia el rostro antes de amanecer, se preguntó si sería capaz de escribir exactamente lo que pasaba por su cabeza. No quería despedirse como otra veces, cerrando la puerta tras de sí, no quería darlo todo por perdido... Así que rebuscó en el escritorio, papel y lápiz era todo lo que hacía falta...y quizás, algo de suerte. Sin más, escribió:



"Estoy aquí. A tu lado. Estoy aquí y por alguna razón mi camino se cruzó con el tuyo. Soy una persona a la que le gusta cuidar a otras personas. Sé lo que significa "cuidar". No se puede cuidar si no te entregas sinceramente, si no abres tu corazón y estás dispuesto a que lleguen a ti. Para cuidar hay que entender, respetar, valorar. Cuidar es una forma de amar. Cuando amas verdaderamente te preocupas más de lo que das, que de lo que recibes, porque sabes que cuando más recibes es cuando más das. Cuando sabes amar, no quieres ganarte el amor del otro, sólo su confianza. Cuando amas, no das nada por hecho, en lugar de eso, te armas de paciencia. Cuando amas a alguien y sus misterios, no quieres retos que enfrentar, ni conquistas que ganar... sólo quieres conocer, sin pretensiones, sin estrategias. Cuando amas sabes que no debes hacer daño y además sabes la forma en la que no hacerlo. Es fácil no hacer daño si amas.

Para entender el amor por otros primero es necesario entender el amor hacia uno mismo. No hay formas perfectas de amar, ni a otros, ni a uno mismo. Pero cuando te cuidas sabes que te estás amando y también sabes que estás listo para amar a otros.

No sé derribar muros, ni romper defensas...Para eso tendría que tener demasiado presentes mis propias barreras, y éstas las hago pequeñas en cuanto las veo crecer porque sé que si no me alejarán de la felicidad y de las cosas bellas que están al alcance. Por eso no puedo ocuparme de tus alambradas. Las veo, las respeto, las entiendo, pero jamás lucharé contra ellas, eso significaría que no confío en ti y en tu capacidad de enfrentarte a tus propias limitaciones. No puedo hacerte eso si te amo verdaderamente. Ves? Así de fácil, así se cuida. Confío en ti, no en las expectativas que quiera crear sobre ti. Simplemente confío en tu esencia y que en cada paso lograrás hacer una mejor versión de ti mismo, como yo trato de hacer conmigo misma.

Si alguna vez, como humanos que somos, me asaltan las dudas y me cubro llegando a pensar que me he debilitado tanto como para creer que algo que tenga que ver contigo puede dañarme, es decir, si alguna vez caigo en la comodidad de victimizarme, confío de nuevo en que sabré darme cuenta y rectificar. Sabré pedir ayuda si caigo. Sabré ser generosa contigo si antes he aprendido a serlo conmigo misma. Y no hay mejor forma de ser generoso que permitir que otros te ayuden o te enseñen sin que por ello tu ego resulte herido o en deuda.

Para saber amar verdaderamente, con cierto valor que trascienda y dé significado a tus días, con un amor que te conmueva por dentro y sea capaz de transmitirse a otro, que lo conmueva a su vez. Para amar con una mirada limpia hay que ser niño, hay que ser inocente, hay que darlo todo, y darlo todo no significa que te quedes sin nada, darlo todo significa entregar pensando que nada te hará falta. Es una sutil diferencia, pero hay que saber reconocerla.

Estoy aquí. Esperando tu ritmo, observándolo con ternura, preguntándome si se acompasará con el mío. Estoy a tu lado y no quiero que eso signifique tener miedo, porque entonces tú también temerás, porque somos espejos, somos reflejo de lo que pensamos, y así sentiremos, conforme pensemos. Así que yo pienso que puedes confiar en mí. Yo pienso que puedo cuidarte y que eres digno de cuidarme. Yo pienso que no hay esfuerzos que valgan ninguna pena. No hay penas. Sólo hay preguntas que podrían llegar a responderse honestamente.
Estoy aquí para ello. Cuando quieras, cuando lo sientas, cuando desees compartirlo conmigo. Cuando te des cuenta y estés convencido de que tú también sabes amar"

Ahora sí tenía la sensación de que tal vez, sólo tal vez, podría hacerle llegar su mensaje.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

DULCE INCERTIDUMBRE

Qué dulce incertidumbre. Y parece que cuando ya caes al borde del precipicio de toda clase de escepticismos...de la nada surge un nuevo aliento. No deja de ser sorpresa este baile de desatinos afortunados en que se puede convertir la vida. Lo mismo una noche es desgarradamente hueca y solitaria, plagada de fantasmas con complejo de telaraña no resuelta, y sin más, días más tarde, amaneces en los brazos de una ilusión no programada. Así no hay quien diseñe una estrategia de vida!! Supongo que al final la existencia se abre paso. El aprendizaje es una fuerza arrolladora que no descansa, y llega a veces en formas inesperadas con un único fin: evolución.  Parece una broma pesada del destino.
¿Y qué hacer? ¿Qué dirección tomar? Cuando un sendero comienza es casi imposible vislumbrar todas las luces y sombras que saldrán al encuentro. Es inevitable el miedo. Es inevitable la incertidumbre. Es inevitable la emoción.
Hay momentos en los que se apuesta por la vida y momentos en los que se apuesta por la muerte de lo ya conocido. Y hablo de muerte de lo ya conocido porque en lo estático no hay cambio, en lo que no entraña un cierto riesgo, no hay vida. Puede haber muerte en vida, lo cual es peor que la misma muerte. Por eso, cuando te agarras al pasado dejas de vivir. El pasado es lo ya conocido, lo ya vivido, por tanto, el pasado es el cadáver de la experiencia. De tener que hacer una elección...
No hablo de aceptar retos porque lo hice una vez y me dio mala suerte (otra vez el pasado...) Esta vez podré decir que simplemente apuesto por la vida, aunque ésta sea embustera, y al final nada resulte como parecía, pero lo que hay detrás de cada paso hacia adelante siempre merece la pena. Hasta el arrepentimiento merece la pena. Igual es que no aprendo pero al menos no se podrá decir que no vivo, que no habré disfrutado de esta dulce incertidumbre.

domingo, 2 de septiembre de 2012

POEMA II


Muerde tu aliento en mis poros
girando en tus manos una danza perfecta
se encuentran mis dones y defectos
y no me importa si aun así te quedas
Dejaré de remar a favor de la corriente
para remontar todas tus creencias
Déjame entrar en esa noche oscura de tu alma
Sábanas de piel de gallina
y miedo de hojalata en el tacto
Pero cierra los ojos una vez más
 y ábreme
tus manos
No me marcharé si no te alejas


domingo, 26 de agosto de 2012

CARTA NO ESCRITA

Da pena pensar en todo lo que se ha parado de pronto, en los segundos que ahora sobran, en el abrazo que fue último sin saber que lo era. No, no es pena, es rabia estallando en el pecho. Es autorreproche por haber abierto la puerta, y sin esfuerzos, cuando se suponía que tantos cerrojos servirían para desistir de cualquier intento.Ganas de gritar hasta romper cristales y cruzarte la cara a preguntas. ¿Por qué llegaste? ¿Para qué? Ahora no respiro si te pienso. Joder!!!! Nunca mi poesía fue grosera hasta que me tocaste con tus ojos. Caigo a toda velocidad dentro de mí misma y gritar tu nombre no sirve ni como paracaídas ni como tiro de gracia.Y no puedo...simplemente, no puedo...

Déjame, necesito este vago intento de herirte, porque así soy yo y no lo recordaba, y tú me trajiste de vuelta, y ahora me quedo yo conmigo y contigo en recuerdos. Y no lo soporto. Y no me soporto frágil mientras me rompo, porque este derrumbe es tan lento que veo mi propia vulnerabilidad a cámara lenta a modo de tortura. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué nada sirve?

Nunca quise máquinas del tiempo, pero ahora que los días por venir causan daño, como si mirara al sol de frente durante horas, aún sabiendo que ni así dejaría ciego el corazón, sí, ahora que el ahora se ha hecho largo, me gustaría volver al instante en que reímos al mismo tiempo, y entonces revivirlo una vez más antes de borrarlo para siempre, en una amnesia indolora que me devuelva al tiempo en que soñaba contigo sin conocerte, pues la incertidumbre de no saberte fantasía o realidad ni siquiera dolía tanto como este puñal que ahora lleva tu nombre.

No hay cartas que romper, ni fotos en un cajón...es un duelo a oscuras. Y duele por todo el cuerpo y lo que no es cuerpo. Y el dolor me oprime pero no me abraza. El dolor no eres tú, y aún así, a veces me parece que lo eres, porque huele a ti, porque habla con tu voz.

Es la carta no escrita, la que siempre tuve miedo de escribir, porque no es para ti, es para mi y para lo que queda de ti en mi, y que además me gustaría que no estuviera. Tal vez si escupo esta absurda fábula de quererte sea el mejor antídoto contra tu sombra. No lo sé. Voy a ciegas, a veces siento ácido en las venas, otras, frío en mis labios, que tropiezan con otros labios, contagiando esta especie de hipotermia del sinsentido. Dejé de buscarte. ¿Para qué? No estás fuera, estás adentro, tan adentro que no te arranco de raíz. Mala hierba que creces y no me dejas luz, no me dejas aire... Me maldigo a mí misma por dejarte espacio.
No puedo acabar estas líneas...no puedo...simplemente, no puedo.

sábado, 25 de agosto de 2012

TIERRA, TIERNO, ETERNO

Ardían a través de la niebla del deseo 
manos de tierra volviendo a ella
manos que nacen a la vida incierta de otro cuerpo
manos que piensan, hablan y besan.
La noche se hizo inmensa y eterna
y observando en lo alto,
el plato de plata que prende con prisa
la llama que arde
Sonó la melodía de lo tierno, 
recorriendo valles de piel erizada
navegando ríos de espaldas que resbalan
y dientes que callan bajo suaves besos
No hubo instante no consumido
ni espacio entre las almas
ni abismos insalvables
Travesía del instinto dando a luz a la noche clara
alumbrando a la vida,
pariendo al goce de lo bello de dos ombligos que bailan
Saborearon el aire denso de las ansias
Brindaron con estrellas y puñados de espuma lenta
Soñaron sin dormir una realidad sin tregua
Durmieron sin cerrar los ojos de los sentidos
Y así, eternamente en el instante, simplemente,
ardieron.








martes, 21 de agosto de 2012

OASIS

Y andando por las dunas de los pensamientos, la sed en este tiempo de arenas movedizas conducen a la esperanza del oasis, que no es más que imaginar ese abrazo aún no escrito, pues hay certeza de que existe y de que en algún momento de piel a piel ya no se contengan los espíritus, próximos se saludarán en una danza presente.
No hay timbre en la voz, ni el color de una mirada, ni tan siquiera el presentimiento de un reconocer al instante, pero en algún momento, que de esperado será inesperado, empezará de nuevo la historia, con o sin final feliz, pero sin duda, con comienzo.

En la marea de lo incierto, quizás la distancia se limite a los pocos metros de una esquina a otra de la calle, con rostros que miran en direcciones opuestas a pesar de almas que se llaman. Pero no es el tiempo.





jueves, 16 de agosto de 2012

PUEDE QUE ESTÉ ESCRITO

Puede que esté escrito. Ese primer aliento de vida que diste, esos primeros pasos que hoy hacen que estés aquí...puede que estuviera escrito. Nos dicen: "el destino está en tus manos" "Tú construyes tu camino", etc, etc... Quizás sea el alivio de nuestra profunda neurosis ante lo incierto. Nos gusta sentir el control de las horas, pero el tiempo se nos escapa constantemente, y los destiempos nos ganan la carrera demasiadas veces. Actuamos, sí, y también reaccionamos. No todo podemos predecirlo (afortunadamente a veces, desgraciadamente, otras) Es el precio que pagamos por la "pseudolibertad" del ser humano, siempre esclavo de sus pasiones.

Si hubiera llegado cinco minutos antes...si no hubiera dicho aquello...si hubiera elegido otro camino...  ¿Y si ya estaba escrito? Menuda burla del destino, y nosotros preocupándonos. Es el sendero trazado de antemano, que cubre todas las alternativas posibles y nos llevan al mismo punto, de una u otra manera, nos enseña lo que era preciso.

Corre hacia atrás, memoriza tus errores...Corre hacia adelante, intenta ser visionario... Al tiempo verás qué inútil y te reirás de ti mismo. Por más que deseemos asegurar nuestra existencia, lo único cierto es que no existiremos para siempre. Por más que queramos controlar cada paso, lo único cierto es que nuestro andar está lleno de improvisaciones, desajustes, adaptaciones de lo que creíamos que iba a pasar.

Puede que ese destino esté escrito fuera del alcance de nuestra manos, de nuestras mentes y corazones. Quizás, la única forma de ganar "esta partida" sea simplemente rendirse a ella.

viernes, 3 de agosto de 2012

CUESTIÓN DE PREDISPOSICIÓN

Quizás enamorarse sea una predisposición. Se habla por ahí de "flechazos", de personas que aparecen de la nada y que de pronto son capaces de llenar ese rinconcito del corazón que se guarda para algo "especial"... ¿y si sólo se trata de una predisposición?
Tal vez en ese momento se abren nuestros sentidos, se bajan las defensas, caen las barreras...y es por eso que puede cambiar nuestra forma de mirar alrededor, (en muchas ocasiones, no sin cierta distorsión, todo hay que decirlo)
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver,  y yo añadiría que también no hay mejor ciego que el que quiere serlo.
Y a veces, incluso se da el caso contrario. Esa oportunidad está ahí, tan perfectamente válida como cualquier otra, pero desviamos la vista, doblamos la esquina en dirección contraria y echamos a correr. Aquí  la predisposición es otra, es precisamente la de no dejar que se abra la puerta, ni siquiera dejar que llamen a ella.
Quizás enamorarse sea una cuestión de predisposición, y el no enamorarse, también.

viernes, 6 de julio de 2012

"Buen viaje y feliz vida"

Quizás fuese ese lugar, la luz o el color de un recuerdo, quizás se tratara simplemente de eso...una vieja nostalgia, pero la cuestión es que en ese cruce de casualidades crueles, en ese cruce de miradas furtivas que duran tan sólo unas décimas de segundos más de lo normal, se llegó a pactar todo en silencio, como deben ser los grandes pactos. A partir de ese momento, comenzó el viaje con sabor a único presente, pues la fugacidad tenía un aroma que sabía reconocer muy bien, o quizás fuera su hambre de vida lo que hacía que ésta le presentase únicamente aquello que, precisamente por tener la cualidad de lo efímero, potenciaba la intensidad de cada emoción haciéndola más viva, ya que puede que la única constante de toda esta existencia sea el continuo movimiento, el cambio, la llegada y la despedida. Y también puede que el propósito de esta dinámica sea aprender a dar aquello de cuanto seamos capaces de entregar aún sabiendo que no hay seguros.

Así que sin más, se dispuso a encontrarse consigo misma en otro, haciendo uso de ese espejo que son los seres humanos, para desvelar una vez más qué ocurría con sus ternuras, con sus caricias guardadas, con ese amor que todos llevamos dentro y que a veces cuesta desempolvar, sentir sin reservas y sin promesas.
Comprobó que aún había capacidad de estremecerse hasta los huesos, pasando por el corazón, sí, por el corazón ¿por qué no? Porque una piel que recibe nunca es extraña.

Comprendió, una vez más, que aquello que está de paso puede no quedarse en la superficie de unos labios, puede convertirse en un beso a la vida, abrazando la intensidad de un momento que quedará en la memoria con sabor a gratitud, como una noche de julio perenne simplemente por la oportunidad de volver a sentir. Se quedó con una frase:
"Lo que tú entregas... es diferente, es sincero, espontáneo y libre" Le dio un abrazo a modo de despedida y pensó para sí: "la mejor recompensa de una entrega es simplemente que ésta sea reconocida". No hay después. No hay espacio para un quizás. No es necesario cuando abres tu corazón. Una vez más se sorprendió diciendo: "buen viaje y feliz vida"
.

viernes, 11 de mayo de 2012

¿QUÉ HACES CON TU SOLEDAD?

Soledad. A veces la miro de frente sin que pase absolutamente nada, a veces intento esquivarla, consciente de que el tormento con que la cubro es mío y nada tiene que ver con ella. En ocasiones la disfrazo, la maquillo y le pongo tacones, la saco a pasear para que se airee. Ella anda por mí. A veces soledad, tan humana, tan sencilla, tan humilde y bipolar: ahora que me abrazas con tu amor, yo te odio. A veces la busco, la añoro, la escojo y priorizo. Soledad me enseña lo que no quiero ver pero igualmente siento.

A veces la admiro y otras la ignoro. A veces me burlo de ella y le pongo una canción de amor para que ella se burle de mí. A veces la necesito, y en cuanto aparece me asusto como sólo son capaces de asustarse los niños. Esa soledad, tan mía, tan pura y genuina, y voy yo y la proyecto, y le pongo un rostro con nombres y apellidos, un bolsillo con recuerdos de épocas ya pasadas y por supuesto mejores.

Otras veces, la racionalizo, la reduzco a la fuerza tras lógica, psicología, razón. A veces la explico y justifico, la adorno de "vacío existencial". Hay momentos en que bailo con ella, la vuelvo creativa, ingeniosa, mordaz: la escribo, como ahora, le abro la puerta y la dejo pasar sin pedirle explicaciones.

A veces la emborracho, de alcohol o de pasiones, creyendo que la destruyo y entonces ella me recuerda que simplemente está ahí, sin permiso y sin necesidad de que la quieran o la premien. Y la envidio.

A veces soledad me habla o le pregunto, o me escucha o me grita y me escupe. A veces la acaricio aunque ella me golpee. A veces la arropo por las noches y ella aparece en sueños como el único fantasma real.

Soledad. Te río, te disfruto, te erotizo en el tacto de un amante imposible, te retrato, te reto. Me trasciendes.
A veces me vuelvo posesiva con mi soledad, y otras me independizo de ella y la comparto con otras soledades, aunque al final de la velada, cada una se retira a su morada, ya sea cueva, ya sea playa desierta.
A veces soledad es tan silenciosa. Suele ser los domingos por la tarde. A veces bulliciosa, suele ser los lunes por la mañana en la parada de autobús.

Soledad me pareces en ocasiones tan solemne, respetable y sabia. A la mañana siguiente te vuelves estúpida, orgullosa, testaruda y vulgar, casi indecente, una loca enfurecida que no me deja andar sin prisas, ni concentrarme ni oíme a mí misma.

A veces soledad se cansa y yo con ella. Me duermo en su regazo mientras ella me canta y promete irse pronto para dejarme serena.

A veces la soledad la fumo con sabor a mentol.

Soledad me acompaña y hago mil cosas con ella, con o sin su aprobación. Solo hay algo que no puedo hacer con ella, no me dejo o no me deja, pero lo que nunca, nunca puedo hacer, es engañarte, soledad.

domingo, 29 de abril de 2012

BREVE REFLEXIÓN SOBRE LA ACEPTACIÓN: CUANDO DICES NO A QUIEN NO QUIERES A TU LADO

Cuando aceptamos a alguien eso implica ver a la persona como es, con lo que es, sus virtudes y defectos...y no querer cambiarle nada para que esté a nuestro lado.

Cuando no aceptamos a alguien eso implica ver a la persona como es, con lo que es, sus virtudes y defectos... y no querer cambiarle nada para que esté a nuestro lado.

Así que tanto si elegimos tener a nuestro lado a una persona, como si no la elegimos, lo importante no va a ser si la aceptamos o no, lo importante es respetarla verdaderamente como es y no desear cambiarla. ¿Hay mayor  expresión de amor tanto por uno mismo como por los demás que ésta?

sábado, 21 de abril de 2012

MENTE VERSUS CORAZÓN

A veces hasta lo más simple acaba siendo un embrollo. Suele decirse que entre lo que manda el corazón y lo que manda la cabeza, es mejor seguir al primero, puesto que en caso de que podamos llegar a interpretar el resultado como una equivocación, es más fácil perdonarse cuando hemos actuado dejándonos llevar por un sentimiento que por un pensamiento, pero ¿puede aplicarse esto en todos los casos? ¿y si no está tan claro quién de los dos está hablando? ¿Y si pienso que es mi corazón quien me está guiando y en realidad es mi cabeza, llena de miedos y condicionamientos la que está llevando el timón? Lo que ya decía antes: un embrollo.

Y uno intenta echar mano de las experiencias pasadas, de lo que hemos aprendido. Y uno intenta ser honesto y no engañarse una vez más, como tantas otras veces, pero... de nuevo la sombra pelea con la luz. ¿Cómo saber? ¿Qué preguntas son las más adecuadas?

Quizás en lo profundo hay una voz que aconseja: pies de plomo. Sobre todo cuando no son sólo los propios sentimientos los que están sobre la mesa, porque de mis emociones me hago cargo yo, si me equivoco, aprenderé la forma de ser condescendiente conmigo mismo, pero si otro sufre a causa de mi propia indecisión...en mi caso me pesa, y mucho. ¿Esto me lo dice mi cabeza, mi corazón o ambos dos?

Y siempre queda en el aire esa extraña nube de confusión... ¿y si estoy dando vueltas porque lo que se me presenta es una verdadera oportunidad y de nuevo me boicoteo, o es precisamente este pensamiento lo que siempre me lleva a arriesgar cuando de antemano sé que no hay tal oportunidad?
Lo dicho: un embrollo.

viernes, 13 de abril de 2012

CARTA 20

Cierro los ojos
y vuelo...
Aparezco donde tú estás.
Te veo.
Me acerco.
Te recorro con mi mirada.
Más cerca.
Te acaricio.
Siento tu piel.
Tus manos frías (hoy están frías).
Te huelo.
Mis labios rozan tu frente.
Y tú ni te das cuenta.
O quizá sí.
Quizás en este momento
estás pensando en mí
sin saber por qué.

(Fragmento de "Cartas para Claudia" de Jorge Bucay)

jueves, 1 de marzo de 2012

INSIDE



Paras y de pronto...silencio
el baile de luces y sombras desfila delante de ti
presencia de certezas que solas se descubren
mis manos, el latido seguro de mi corazón
el fluir de mi vida que habla...
Paras y de pronto todo se derrumba para reinventarse
Maravillosa magia del ahora que vuela a mi alrededor
se consume la llama del tiempo y estoy más allá
acordes de existencia
sin miedo, sin dudas
sin melancolías ni alegrías
Deleite del espíritu cuando baja del mundo
Solos llegamos, solos nos vamos...
Paras y de pronto florece el sentido de cada cosa
cesa la implacable búsqueda en favor de Ser
en favor de...
SER.

sábado, 18 de febrero de 2012

LA DIFICULTAD DE SER HONESTOS

De las cosas más difíciles de llevar a cabo y en las que menos estamos entrenados es en la de ser honestos con nosotros mismos. Y precisamente, toda coherencia en nuestra vida, tanto en nuestras aspiraciones, decisiones, actos, en definitiva, toda forma que tenemos de estar en el mundo depende de esta capacidad de ser honestos.
El autoengaño tiene su función que yo entiendo como una forma de protegernos ante aquello que aún no somos capaces de afrontar, bien porque nos duela, nos dé miedo, o porque dudamos de ese potencial que todos tenemos dentro para superar los obstáculos necesarios para seguir creciendo. Así, nos podemos sorprender una y otra vez pensando, diciendo, haciendo, todo aquello que no se corresponde con lo que verdaderamente sentimos, que en definitiva, es lo que importa.

Entonces resulta que, a la situación por resolver y el dolor que nos causa sentirnos "perdidos" por un tiempo, le tenemos que sumar el inmenso dolor de no estar en consonancia con nuestro propio ser al no concedernos el derecho de saber con sinceridad qué es lo que pasa en lo más profundo de nuestro corazón.

Mirar dentro con honestidad es difícil porque requiere el VALOR necesario para llegar hasta aquello que ya de antemano sabemos que muy probablemente no sepamos arreglar de inmediato, requiere HUMILDAD para reconocer que seguramente por algún tiempo hemos estado haciendo algo mal, nos hemos equivocado en algo y las medidas que adoptamos no sirvieron, y por tanto hay que buscar otras. Requiere una gran dosis de AMOR hacia quienes somos para perdonarnos el error sin juzganos, sin reprocharnos, y por último,requiere una nueva PERSPECTIVA a la que tampoco estamos acostumbrados, al menos no de una forma plenamente consciente, porque de sobra es conocido que aprendemos gracias a los errores, pero esto que racional y lógicamente admitimos sin debate alguno, luego, a la hora de la verdad, no lo sentimos ni aplicamos con convencimiento, pues si fuera así, no aparecería entonces el tan conocido miedo al fracaso.

Si admitiéramos de verdad (de nuevo, honestamente) que no somos infalibles, reconoceríamos de inmediato que equivocarnos es una estupenda y maravillosa oportunidad para evolucionar y así, entendiéndolo de esta manera, llegaríamos a la inevitable conclusión de que "el fracaso", como tal, no existe. Pero nuestro ego se agarra, se esfuerza en retener cualquier creencia, aunque nos dañe, con tal de darnos esa "importancia" que en realidad no tenemos que buscar, ni identificar, ni justificar, porque simplemente "somos", y no hay nada más importante que "ser"

¿Y cómo ser honestos? ¿Si nos duele, nos asusta y además no sabemos muy bien por dónde empezar? Quizás no haya fórmula magistral. Quizás el camino de las preguntas y no el de las respuestas sea el que nos enseñe a poner en práctica todo aquello que nombramos antes: valor, humildad, amor por uno mismo y nueva perspectiva...Quizás la pregunta no sea cómo ser honestos, ni cuán difícil nos pueda parecer serlo, quizás la pregunta sea ¿nos queda otra forma mejor para conseguir ser felices que no sea a través de la coherencia que nos otorga el ser honestos con nosotros mismos?

sábado, 28 de enero de 2012

A DESTIEMPO

Nunca mi piel reposó tan cómoda como en la orilla de tus manos,
perfecto el atisbo de mi misma a través del espejo en tus ansias.
Se borra quizás el recuerdo de lo inerte,
mas si hubo llama, hubo vida y por ello:
huella a fuego,
brasa en alma.
Una fuerza a destiempo me empuja ahora a aquel instante,
en el cual Todo era existencia que escapaba por momentos,
en el cual Todo era todo,
tal como ahora Todo es nada.
Revivirse en el recuerdo es como morir en vida,
es la agonía del amor que se convierte en nostalgia.
¿Cómo atrapar para siempre aquello que sacudió tacto, sed y entrañas
y al mismo tiempo olvidarlo para no desmerecer la vida que queda?
Así, rumbo a los adentros,
como quien mira al horizonte,
perfilo tu sombra perenne
en la delgada línea que separa mi sentir de la memoria.