sábado, 20 de octubre de 2012

POEMA III

Caricia en la mañana,
tú y sólo tú,
la huella del eco de tu voz.
Me peleo con el tiempo porque quiere arrancarte de mi,
a veces gana la batalla,
alguna noche,
pero otras,
tú cielo y el mío parecen juntarse.
Distancia callada,
ojeras en el recuerdo.
Toda una existencia sin dormir
atrapada en tu escarcha.
Tú y sólo tú,
me detienes dentro de mí misma.

4 comentarios:

  1. !!!TE LO DIJE!!! ja ja ja más tarde paso a dejarte mi comentario ja ja ja, más sabe el diablo por viejo que por diablo.
    Abrazos!!!

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  2. Jajaaja, Aristos, no cantemos victoria! El adiós sigue intacto, los recuerdos son los más difíciles de despedir, a ver si a base de poemas también consigo dejarlos marchar. Muakkkksssss

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  3. No hay que vacilar ante los suaves vaivenes y bruscos tumbos del amor!!! Es un TSUNAMI que nos revuelca y desacomoda todo el esqueleto, entre más se le resista peor es, ja ja ja. Hay que aceptar con mansedumbre su imperio.
    Mil abrazos Dire!!!

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