Ahora se me antoja pedirle algo,
deme usted, por favor, un olvido exprés,
de esos que se sirven con el café de la mañana,
para así no tener su recuerdo el resto del día.
Se me ocurre pedir una dosis anti-emoción,
para cuando reviva su tacto en las yemas de mis dedos,
no me queme en carne viva.
Siento importunarle con esta peculiar urgencia,
pero quiero que me sirva una amnesia sin azúcar,
pues no quiero dulce que no iguale su mirada.
Haga caso, se lo ruego, de mi singular petición,
apiádase de esta abstemia de la vida sin sus besos.
¿Dónde hay que firmar para apropiarme de cualquier locura
que no sea el soñarle despierta?
Piénselo, no le pido tanto, tan sólo un poco de clemencia,
ya fue verdugo de mis ilusiones,
ahora sólo falta que termine con mi memoria,
pues es ella el dulce veneno que me lleva hasta su piel impermeable.
Le suplico, le imploro,
déjeme en el paradero indoloro de la nada, lo prefiero,
antes que una realidad confusa.
Ahora se me antoja pedirle algo,
deme usted, por favor, un olvido exprés,
de esos que se ponen debajo de la almohada,
para que ni el sueño me recuerde que alguna vez le amé.
pides un imposible, pides algo insano, pides y tienes derecho a pedir, que por pedir no quede
ResponderEliminarHola, se ve que te has vuelto poetisa, pues se te da de maravilla, no creía que escribieras tan bien las poesías, ni tan emotivas y románticas.
ResponderEliminarMe ha llegado al corazón lo que has escrito, una manera maravillosa de hacer sentir sensaciones y emoción.
Yo también quiero ese café express, pero no para olvidar a mi amor, sino para recordarlo con todo mi corazón.
Como ves yo no quiero olvidar, aunque me digáis lo contrario, hay que recordar los malos y buenos momentos, por eso no quiero ese café express, porque olvidaría mis mejores recuerdos.
Un beso, guapisima, has hecho una entrada genial.
Gracias Demófila, cariño, como ves me he puesto las pilas para que no me regañes, jeje. Me alegro que te haya gustado. Contigo sí que me tomaría yo un café, pero no exprés, sino largo, para que nos durara toda una tarde de charla.
ResponderEliminarQue pases muy buen día y disfruta mucho de tu amor.
Lara, tienes razón, pido un imposible, pero el olvido, aunque no sea exprés, siempre llega, ¿no?
No, no llega. Haz caso a Demofila, las cosas se colocan en la cabeza de otro modo, es cuestión de poner orden y sentirme bien con esa nueva forma de ver las cosas
ResponderEliminarPues nada, toca entonces colocar las cosas en la cabeza de otro modo y a ver si así, también se acaba sintiendo diferente... Yo por intentarlo, que no quede.
ResponderEliminar"deme usted, por favor, un olvido exprés,
ResponderEliminarde esos que se ponen debajo de la almohada,
para que ni el sueño me recuerde que alguna vez le amé"
Diosa de las palabras. Que aunque sea feliz o triste, vives por mucho que ordenes o desordenes. Eres medium entre pensamientos y emociones, para plasmaslas perfectamente en el sentimiento del lector.
Eres ... una pulguita.
Tu piojito :)
Intentálo y veras lo bien que se sientes después.
ResponderEliminarPor fin te has dado cuenta de que no hay que olvidar nuestro pasado, ni lo bueno ni lo malo.
Lo malo es una experiencia nuestra, que nos da las fuerzas para luchar en el presente y nos hace fuertes ante todo lo que se nos ponga por delante.
Lo bueno, mucho menos hay que olvidarlo, los buenos momentos hay que rememorarlos, para volverlos a vivir otra vez con toda su inensidad.
LARA, gracías por darme la razón, veo que eres realista y ves las cosas con toda la claridad que yo las veo.
Un beso para los dos, hasta pronto.
¡Pero como me cuidáis! Muchas gracias a todos. Demófila te haré caso, los buenos consejos hay que aplicarlos.
ResponderEliminarY tú, mi piojo...¿qué decirte que no te haya dicho ya? Nuestra gran admiración es mutua. Mi gran descubrimiento eres y serás siempre tú.